Algo que mis pacientes me comparten en sesión es que ya no quieren seguir aguantando situaciones, que ya no quieren estar enganchados en el pasado, en lo que les hicieron, en cómo les lastimaron; ya no quieren perderse su vida, quieren cambiar esa manera de ser que aprendieron y que solo trae más desesperación; quieren tener esa capacidad de hacer frente a la vida, de salir de ese momento incierto, quieren salir de esa relación que daña en los más profundo de su vida, quieren aprender a solucionar y verse capaces de vivir su propia vida sin tener que lidiar con la ansiedad.
A consulta han llegado ya con la etiqueta: soy muy ansioso o ansiosa, no puedo controlar mis nervios, se me seca la garganta, se me olvidan las cosas, no quiero exponer, no quiero compartir mi opinión, no quiero salir, quiero tener pareja pero tengo miedo, siento mareos, lo van a notar los demás, se van con la idea de tener un grave trastorno y que todo lo que nos sucede tenemos que tenerlo bajo control; pero entre mas controlamos menos control tenemos. Si vemos con más profundidad podemos llegar a frases que llegan al alma, como, siento un vacío en mi vida, me duele lo que estoy viviendo, siento tristeza, siento miedo, desesperanza, culpa.… me observo y veo lo difícil que es levantarse cada mañana sin ganas para hacer las cosas, sentir que estoy comiendo mucho o no tengo hambre, notar que duermo mucho o no puedo dormir, notar que estoy cansado todo el tiempo; que a veces pienso que no tengo ganas de seguir viviendo, tener esos pensamientos de no poder, no ser suficiente, no podré lograrlo, es reconocer que tengo la necesidad de sentir comprensión, necesidad de ser escuchado, de comunicar lo que siento, reconocer que me duele mi pasado o me asusta mi presente….
El lenguaje nos ayuda a expresar con palabras todo lo que sentimos, a comprendernos y a veces también nos detiene, lo que nos decimos a nosotros mismos, puede o liberarnos o cerrarnos. Nos decimos tantas cosas que esperamos que podamos en algún momento sentirnos de manera diferente, mejor con nosotros mismos. De ahí buscamos las soluciones que nos permitan sentirnos mejor, pero a veces pareciera que no es suficiente, aún tenemos esos sentimientos, y aún así pareciera que nos sentimos estancados.
Se dice que cada persona es protagonista de su propia vida, va viviendo diferentes experiencias y circunstancias que le van ayudando a crecer, a aprender, tanto de sí mismo como del mundo que lo rodea. Pero en ocasiones, la información que se recibe del exterior, así como la información que percibimos de nuestra persona, puede ser tan fuerte, o incomprensible, difícil de entender o aceptar, que tenemos respuestas de abandono hacia nosotros mismos, falta de interés; podemos ignorar lo que sentimos, lo que pensamos, lo que hacemos, pareciera que estamos viviendo en modo automático, sin ser conscientes de nosotros, y esto nos afecta en todos los contextos de nuestra vida, como a nuestra familia, las amistades, en el trabajo y nuestra salud.
Pareciera que nuestros esfuerzos están dirigidos a tener el control de todo lo que sucede fuera y dentro de nosotros, queremos controlar lo que pensamos, lo que sentimos, y perdemos esa conciencia plena de nosotros mismos, de nuestro valor como personas, de quienes somos, de nuestra dignidad.
‟La persona como ser individual, tiene plena singularidad, es insustituible, irremplazable y única, que nadie puede vivir, ni querer, ni sentir por sí mismo, …cada persona es vida, es llamada a realizar un sentido, vivir sus valores, y que está en un proceso de desarrollo constante, donde puede crecer, mejorar, cambiar, renovarse, dando así lo mejor de sí, a sí mismo y a los demás. Domínguez (2002).
Por lo tanto, qué pasaría si aún cuando fuera difícil, tuviéramos miedo, enojo, o desesperanza, si aún cuando sintiéramos que no podemos seguir, pudiéramos hacer algo diferente e ir hacia lo que es importante para ti, si pudieras enfocar tu vida y crecer desde tus valores. Podrías pensar un momento en lo que si quieres lograr, lo que si decides hacer. Podrías por un momento darte la oportunidad de verte a ti mismo o a ti misma viviendo en plenitud, podrías visualizarte con tus propias fortalezas, con tus cualidades, teniendo la capacidad de resolver y moverte hacia lo que es importante para ti.
Todo lo que haya sucedido en el pasado, cada una de tus heridas, cada una de tus caídas, cada dolor que vives y sientes todos los días, es importante y válido. Tus emociones y sentimientos, tus dudas y miedos son válidos.
Es importante aceptar tu propia historia, tus heridas, aceptar lo que ha pasado, es importante sentir ese dolor, brindarnos a nosotros mismos ese amor y esa compasión a nuestra vida, porque solo desde ese amor, compasión y aceptación, se puede emprender ese viaje a una vida plena.
Dime, este día, ¿qué quisieras mejorar, lograr para ti, para tu vida?, ¿qué es lo más importante, lo que más vale para ti?, ¿cómo te gustaría vivir?, ¿qué te gustaría hacer el día de hoy que te permita vivir tu vida en plenitud?
Si llevas tiempo sintiendo esa ansiedad la mayor parte del tiempo, si traes contigo tus heridas, si cuando quieres llevar a cabo un proyecto te detienes porque no sabes si va a funcionar, si quieres llevar una mejor relación contigo, con tu familia o con tu pareja pero te sientes nervioso o nerviosa todo el tiempo; si lo que sientes te detiene en tu vida, si sientes que estás solo o sola; que no sabes como solucionar esto que te pasa, este es el momento de tomar el control de tu vida, ya ha pasado mucho tiempo, y es hora de recuperar tu vida, tu estabilidad emocional y psicológica, has perdido ese amor a ti misma, a ti mismo, te has enfermado, te sientes muy cansada o cansado. Date la oportunidad de escucharte, de comprenderte, de ayudarte, permíteme acompañarte en tu proceso de terapia y brindarte las herramientas que necesitas para que puedas recuperar tu vida y sentir esa libertad que has perdido y que te pertenece solo a ti.
“No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños, no te dejes vencer por el desaliento,…no te resignes,…no permitas que la vida pase por ti sin que la vivas…”
Walt Whitman
Bibliografia:
Domínguez, X.M. (2002). Psicología de la persona. Madrid. Editorial: Palabra.
Sara Flores de la Rosa, es Mtra. en Psicología Clínica. Cuenta con experiencia dando atención psicológica a pacientes con cáncer y a sus familiares, también brinda terapia psicológica individual y de pareja (infidelidad, maltrato psicológico y emocional, dificultades de comunicación y resolución de conflictos), a jóvenes y adultos, aunado a tratar casos de depresión, ansiedad generalizada, estrés postraumático, ataques de pánico, riesgo suicida, etc. En el área de la salud trabaja de manera interdisciplinaria con especialistas médicos para tratar conciencia de enfermedad y adherencia al tratamiento. |
Instagram /Atención Psicológica | https://www.instagram.com/apsicologica_i/ |
Muy buen texto ! No me había dado cuenta que es mejor soltar el control para dejarme ser
Felicidades !
Hola María, buenos días. Muchas gracias por tomarte un momento para leer mi aportación al blog de Neopraxis.
Déjame decirte que es de valientes darse cuenta que para “ser plenamente “ hay que dejar el control.
Espero tengas una excelente semana